domingo, 14 de octubre de 2007

La soledad


Que historia esta.
Quiero y no se porque carajo no puedo concentrarme en leer (obligatoriamente, por laburo), en escribir (no obligatoriamente, sino por placer)No puedo concentrarme porque pienso demasiado y me está poniendo los pelos de punta.
Vengo de estar una semana en las sierras, con mi amigo Juan con el cual hablé mucho, disfruté, me reí,jugué! con mis compañeros de laburo, con gente que con la que me reencontré, gente que conocí, gente que ni registré. Gente, una persona, que me abrió la cabeza y a la que le digo GRACIAS, bueno si lee esto sabrá quien es, sino lo mismo sabe que se lo agradezco tanto, tanto.
Y vengo, llego y me replanteo TODO. Y me siento sola. Sola con lo que soy.
Hacer.
Verbo.
Movimiento.
Pero estoy como una piedra.
O por lo menos hoy si me pregunto que soy, me respondo que soy como una piedra. No porque no sienta, sino por la inmovilidad o la movilidad imperceptible y eterna.
Hace un tiempo que escribí esto que ahora voy a poner acá abajo, las cosas no cambiaron mucho...


El teléfono no suena.
Lo apago.
Miro mi casa en penumbras, me miro sentada en el sillón.
Miro el teléfono mudo.
Lo enciendo.
Me paro.
Lo estrello contra el piso.
Puteo y puteo.
Me siento y escribo.
Mis uñas están amarillas,
Odio el amarillo,
Pero me encanta fumar.
Cada minuto que pasa agobia, cada hora, cada día.
Falta poco para mi cumpleaños.
Este año no crezco.
Vuelvo a tener la edad del desconcierto.
Soy chiquita.
Estoy llena y vacía al mismo tiempo.
Mi imagen en el espejo no coincide con lo que soy,
Por dentro.
Soy chiquita.
Tengo miedo.
Uñas amarillas,
Sueños violetas,
Vida amarilla.
Me duele el estómago.
Viene la nausea.

1 enredados:

Anónimo dijo...

te entiendo
y te quiero un bochón
gracias negra x lo que das, día a día

Ale